Entendemos por atención precoz el conjunto de intervenciones dirigidas a los niños de 0 a 6 años ya sus familias que presentan disfunciones, trastornos o desarmonías en su desarrollo, o riesgo de sufrirlas.
El desarrollo infantil en sus primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal y la interacción social. Esta evolución está estrechamente ligada al proceso madurativo del sistema nervioso, iniciado ya durante la vida intrauterina ya la organización emocional y mental.
El objetivo de la atención precoz es que los niños reciban, siguiendo un modelo bio-psico-social, todo aquello que pueda facilitar su capacidad de desarrollo y bienestar, teniendo en cuenta la gran plasticidad del sistema nervioso durante la primera infancia.
